Hefesto, hijo de Zeus y Hera, era el dios de la artesanía, herrería y el fuego en la mitología griega.
Este dios era uno de los doce dioses del Olimpo que convivían con Zeus. Además, era un trabajador muy hábil que, con realizaba creaciones para los Dioses y a la vez, eran extraordinarias y privilegiadas para los mortales. Sus grandes obras las ejercía bajo su yunque con ayuda de los cíclopes.
En cierta pelea doméstica defendiendo a su madre Hera, Zeus lo expulsó del Olimpo; así, el dios viajó por el aire llegando a la isla de Lemnos donde se cree, que tuvo forja y claro, un culto. Pese a esto, no fue la primera vez que fue expulsado, ya que incluso la misma Hera también lo había hecho debido a la deformidad de su hijo. Hefesto se vengó de su madre tiempo después con un trono invisible que tenía cadenas de oro invisibles. Dioniso (dios de la vendimia y el vino) emborrachó a Hefesto y no cedió en liberar a su madre. Tiempo después tras una reconciliación, el gran herrero recibió como esposa a Afrodita que tiempo después, sería castigada del mismo modo como lo había sido Hera, ya que Hefesto descubrió que lo engañaba con Ares (dios de la guerra).
Parte de su plan, fue atrapar a ambos amantes con una red invisible que lo puso cuidadosamente en su lecho, y ambos cayeron infragantis. Para castigo y vergüenza, Hefesto convocó a todos los dioses y vean dicho "espectáculo" convirtiéndose en víctimas de burlas y vergüenza.
Según el poeta Hesiodo, Hefesto era sólo hijo de Hera al igual que Atenea era sólo hija de Zeus. A menudo los dioses lo veían como motivo de risa. En una ocasión, se extendió una terible risa entre todos los dioses cuando vieron a Hefesto cojear sin aliento por toda la sala (según pasaje de la Iliada, libro I). Pese a eso, su gran habilidad y grandes obras no lo opacan tanto para su propio hogar o con los Dioses.
Tetis (titánide y diosa de las aguas), pidió a Hefesto una armadura fabulosa para su hijo Aquiles que luego, llegó a manos de Héctor durante la guerra de Troya. Según Homero, la armadura era difícil se iguala belleza del escudo que Hefesto forjó para Aquiles.