Según cuentan, hace mucho una chica llamada Carmen (hija única de un hombre muy sobreprotector y severo), era cortejada constantemente por un Minero llamado Luis, que era de bajos recursos económicos.
Un día, el Padre de la doncella, se enteró que estaba en romances con Luis (que lo consideraba un plebeyo). Debido a la gran diferencia de clases, él la amenazó con llevarla a un convento y separarla de Luis; sin embargo, el Joven se enteró de dicha obra, así que ubicó la casa donde ella sería confinada, y compró la casa de frente al apartamento de la doncella que estaba en un angosto callejón.
Ellos, lograron encontrarse y mantenerse cerca gracias al callejón que era muy próximo como para tocarse de lejos. Desgraciadamente en una noche, el Padre los descubrió y muy indignado, clavó una daga en el pecho de su hija; sin embargo, Luis no la dejó sola permaneciendo juntos hasta que ella, pereció. Él, ya habiéndola perdido, le dejó un tierno beso sobre la mano de su amada ya sin vida.
Hoy en día, muchos recuerdan el Mito del Callejón del Beso, debido a ese gran amor que ambos se tuvieron, y cómo el Joven no la abandonó hasta su muerte. Se dice que si visitan aquel callejón, y desean tener prosperidad y felicidad por años, deben subir al tercer escalón y darte un beso con tu pareja, y si no lo haces, puede que la mala suerte te persiga.