Según cuentan, el principio de la vida de los Enanos y Elfos tiene origen desde la piel de Ymir (también llamado Aurgelmir, era el fundador de la raza de los gigantes de la escarcha y era una importante figura en la cosmología nórdica), ya que estaban formándose en ésta como una especie de gusanos y que al darse cuenta los Dioses de estas criaturas "asquerosas", empezaron a darle una forma que además, les dieron inteligencia sobrenatural superior ante los Humanos y dividieron en dos razas o clases.
Aquellos seres que eran de naturaleza oscura y traicionera, fueron desterrados a Svart-alfaheim (en la mitología nórdica, era uno de los nueve mundos de que se componía el cosmos). En este lugar habitaban los Enanos negros que vivían bajo la tierra y no se les permitía salir durante el día bajo la amenaza de convertirse en piedra.
Los enanos denominados Enanos troll, Gnomos o Koboldos, empleaban toda su voluntad y energía en examinar todos los rincones y secretos de la tierra. Reunían gran cantidad de oro y plata y piedras preciosas. Ellos las guardaban en rendijas secretas donde podían sacarlas según su deseo.
Los Enanos (Dvergr) tenían un carácter muy especial, ya que son varones que nacían de forma asexuada y no se suelen reproducir. Ellos habitaban bajo la tierra y su ocupación principal era la minería o metalurgia. Ellos tenían una gran sabiduría secreta y sagrada que les posibilitaba crear armas mágicas que fueron usadas posteriormente por héroes así como también, proveer estas a los dioses.
Al resto de las pequeñas criaturas incluyendo todos los que eran hermosos, apacibles y útiles (como la curación), los dioses los llamaron Hados y Elfos. Estos fueron enviados para que habiten el extenso reino de Alf-heim (hogar de los elfos de luz), y estaba situado entre el cielo y la tierra donde podían bajar siempre que quisieran para cuidar de las flores, plantas y poder jugar con las mariposas o aves, o para bailar a la luz de la luna.
Los elfos durante la época escandinava se dividieron en dos categorías: los Álfar de luz que habitaban el cielo, y los Álfar oscuros (o de color negro) que vivían bajo la tierra o en montículos y tumbas. Con el paso del tiempo, la imagen de estos fue despreciándose hasta caer en el olvido como una persona alta y hermosa sustituida por la imagen de una criatura revoltosa y pequeña.
Los elfos que habitaban en el cielo, tenían tareas muy distintas a los elfos de la tierra, pero en algo que eran igual dichas tareas, eran en la relación que tenía con los héroes o Dioses que servían a cada momento. A ellos, les gustaban hacer su trabajo en paz y sin ser molestados, y si tenían inconvenientes con alguien, evitaban tener incomodidades, sólo en paz.