Muchos ya conocen a los Reyes Magos de Oriente (o sólo Reyes Magos). Aquellos grandes personajes que tras el Nacimiento del Niño Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle homenaje y darle regalos como el oro, incienso y mirra.
A pesar de la tradición y creencia, los Reyes Magos en si no eran reyes. Según relatan, cuando Jesús nació en Belén, ellos vinieron del oriente a Jerusalén diciendo (cita): "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?. Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarle. Cuando el Rey Herodes oyó eso se desconcertó, y toda Jerusalén con él." (pasaje: Mateo 2:1-3).
En el evangelio de San Mateo es el único que menciona a los magos, pero no sus nombres y tampoco cuantos eran. En el siglo III cuando Quinto Tertuliano (padre de la Iglesia y escritor del siglo II) menciona por primera vez a los Magos como Reyes o de estirpe real. Después durante el siglo IV, se dijo que sean Tres en representación al Oro, Incienso y Mirra, y se dio a conocer los nombres de ellos.
En el siglo XVI, la figura del Rey Baltasar nació por razones internacionales e incluso, en ocasiones fue representado como un Jefe Indio. Según muchos historiadores, con la imagen de los tres Reyes Magos se pretendía otorgar generalidad a la llegada Jesús. Hoy en día el mensaje fue bien transmitido y como es de esperar, los millones de pequeñitos esperan ansiosos su llegada con los esperados regalos.