Hace mucho, un Niño de solo 8 años hablaba diariamente sólo en su habitación y cada día se hacía más constante. Sus Padres inquietados, le preguntaron con quien conversaba, él les respondió que tenía un "amigo imaginario". Los Padres solo rieron diciendo que eso es muy tierno o solo eran cuentos infantiles, luego se olvidaron del asunto. Con el pasar de los días, el Niño contaba a sus Padres que su "amigo" le decía cosas de las cuales, muchas eran terribles. Los Padres ignorando el caso, solo reían y seguían en sus vidas.
Un día, el Niño decidió ir a jugar al frente de la casa y fue con su "amigo imaginario". Luego, este "amigo" le insistió al Niño que se alejen más de la casa para que el juego sea "más divertido". Mientras más se alejaba el Niño iba alejándose, más le insistía que se alejen.
Cuando él estuvo lo suficientemente lejos de su casa, el "amigo" lo retó a un juego donde debía detener un coche desde el frente tal como si fuera un Super héroe. El Niño aceptó y cuando vio venir un auto por la carretera, se colocó en frente del mismo para cumplir su "heroica acción". Un Vecino que estaba cerca del lugar, vio al Niño en inminente peligro y actuando rápidamente, lo salvó de un atropello y muerte segura.
El Niño conmocionado por lo sucedido, se fue llorando hacia sus Padres para contarles todo lo sucedido. Ellos muy sorprendidos por dicha historia, llevaron al Niño a terapias. Se dice que no pudo superar aquellos traumas ni mucho menos a aquellas maldades del "amigo imaginario". Cuando el Niño ya estaba había crecido lo suficiente, recordó aquellas tentaciones de su "amigo imaginario", y dio las gracias al Vecino por salvarle la vida. Hoy en día, aquel Niño lleva una vida tranquila, sólo cree en amigos reales, y trata de no recordar más a aquel... "Amigo imaginario".