Según cuentan el mito, el Minotauro era un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. Él nació de la unión de la Reina Cretense Pasifae y el gran Toro Blanco que Poseidón había entregado a su marido, el Rey Minos.
Poseidón ordenó que sea sacrificado en su honor, pero Minos no lo hizo y lo mantuvo oculto en su corte. Las consecuencias fueron desastrosas y así nació el Minotauro (cuyo nombre significaba el "Toro de Minos").
Minos se avergonzó tanto de la existencia de aquella criatura que lo encerró en un complejo construido por el gran genio "Dédalo" y fue llamado "Laberinto". Con el pasar del tiempo, esta criatura cada nueve años devoraba a siete jóvenes y siete doncellas atenienses.
Minos se avergonzó tanto de la existencia de aquella criatura que lo encerró en un complejo construido por el gran genio "Dédalo" y fue llamado "Laberinto". Con el pasar del tiempo, esta criatura cada nueve años devoraba a siete jóvenes y siete doncellas atenienses.
Teseo al enterarse de tan cruel práctica, decidió acabar con el Minotauro. Así que con la ayuda de la hija de Minos, Ariadna, no solo logró su objetivo, sino también pudo escapar de la complejidad del Laberinto gracias al hilo que su amante le había antes de entrar.