Según cuentan, en medio de las tinieblas, solo había un mar inmóvil o también conocido como "Nun". De allí, emergió Amón-Ra, el Dios de los Vientos que acabó fusionándose con el dios Sol, quien era la primera divinidad.
Amón-Ra, dio origen a Shu, el dios del Aire, y a Tefnut, diosa de la Humedad, quienes juntos procrearon a Gueb, dios de la Tierra, y a Nut, diosa del cielo. De su unión, nacieron los dioses egipcios, una fabulosa y mítica generación.
Los Dioses |