Según cuenta la historia, a principios del siglo pasado y en uno de los primeros edificios de la ciudad, había un gran convento de Monjas, donde se dice que recibían a Mujeres con embarazos no deseados. Al mismo tiempo que cuidaban de ellas, las convertían en Monjas, y de muchas de las que entraron, jamás se volvió a saber más de ellas.
Muchos años después, empezó la remodelación de los edificios mas antiguos. Cuando derribaron las paredes del convento, se encontraron dentro de estas esqueletos de bebes recién nacidos. Muchos afirman que las Monjas los metían ahí para que no se supiera nada sobre ellos, ya que no eran hijos deseados por Dios.
Hoy en día, aún se puede escuchar por las noches, gritos y llantos de Bebes, así como también, pueden verse siluetas de Mujeres caminando y llorando por la calle. Muchos dicen que son aquellas Mujeres embarazadas de las que jamás se volvió a saber nada y de los llantos de los bebes, aquellos que fueron puestos en las paredes.
El Convento de las Monjas |